Amanecí y cuidadosamente busqué mis lentes de contacto en mi mesilla de luz. Cuando las encontré me dirigí al baño y, ya frente al espejo, me las coloqué.
Ya, con mis cinco sentidos activos, me bañé y me vestí normal: Fui hacia mi armario y saqué un Jean junto con una remera a cuadros verdes. Era una mañana común en Wisconsin. Estaba nublado pero se podían ver algunos rayitos de sol asomarse por las nubes.
Bajé a la cocina ya acostumbrada a que papá no estuviera.
Mi papá, mas conocido como ... Continuar leyendo